miércoles, 16 de septiembre de 2009

Una llamada...

Durante mi Vida he conocido o mejor he distinguido muchas personas, de las cuales hoy tengo tanto buenos como malos recuerdos, muchas de estas personas hoy en día ya no están entre nosotros y otras cuantas están en la lucha por no dejar este mundo. Otros como yo, no nos damos cuenta o no nos queremos percatar de esta situación; Vivimos el día a día como si tuviéramos que vivirlo y no como es en realidad, cada día como una única y nueva oportunidad, cada hora, cada minuto y cada segundo es una fortuna, porque nunca sabremos si existirá otro mas para poder vivir.

Vivimos como si la vida nos debiera la vida, como si nunca fuéramos a dejar de existir como si los que se mueren y enferman fueran los demás pero nunca nosotros o nuestros conocidos o nuestros familiares e hijos. No la pasamos posponiendo citas, haciendo planes con otras personas en futuros lejanos y no tan lejanos que damos por sentado que se van a realizar; nos vamos envolviendo en una tela que se va enredando y enredando alrededor nuestro a tal punto que olvidamos lo sencillo e importante de una frase, lo básico de una caricia, lo increíble y fundamental que puede ser una llamada, esta tela nos vuelve impermeables casi insensibles a estos hechos, solo porque pensamos que después podremos hacerlos y en estos momentos esos cinco minutos o cinco segundos que nos puede tomar estos sencillos actos, nos parecen demasiado en nuestro diario hacer cosas “importantes”.

Podría seguir profundizando el tema pero creo que he tocado ya lo importante, solo quiero que quien lea esto recapacite un poco y no deje pasar momentos importantes con las personas realmente importantes en la vida, no esperemos a llevar unas flores a una tumba fría y desoladora, no esperemos que nuestro mejor amigo ya no esté para quererle dar un abrazo y decirle cuan importante es en nuestras vidas, debemos hacer esa llamada al hermano(a) con el que no hablamos en días y recordar cuando pequeños se hacían diabluras o solo reían porque si, llamar a los viejos que tanto esfuerzo hicieron por darnos un poco de bienestar, pasemos las manos en la cabeza de nuestros hijos y aunque muchas veces lo hayamos dicho, volvamos a decirles te Amo y demos un abrazo sin aparente motivo alguno. Demos las gracias a aquellos conocidos con los cuales no tenemos mayor amistad pero que siempre están cerca para ayudarnos o criticarnos para ser mejores, aquellos personajes que siempre están en los grupos de trabajo, en la empresa o en el conjunto o barrio donde vivimos, demos un sencillo pero caluroso saludo o una sonrisa y créanme tal vez sea poco pero talvez para ellos sea mucho.

Por favor no esperemos el final para darnos cuenta cuan importante es la vida cada segundo que la tenemos para vivir.

Gracias George por darme esa llamada para compartir un poco de tu vida y tus tristezas, que el Todo Poderoso te bendiga y te brinde la fuerza para salir adelante y lograr superar esta dura prueba...

El Fenix

"Resurgiendo de mis cenizas, siempre nuevo siempre renovado"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario..